Botella pierde 110 millones de euros en el ‘agujero’ junto a las cuatro torres de la CastellanaUn demoledor informe elaborado por técnicos municipales afirma que el coste del Centro de Convenciones es “inasumible” para Cibeles y aconseja “reflexionar sobre el destino final de la parcela”. Hay obras de seguridad que caducaron hace un año. Adiós, Centro Internacional de Convenciones de la Ciudad de Madrid (CICCM), el enorme solaz en obras al pie de los cuatro rascacielos del Paseo de la Castellana. En ese agujero, una metáfora de la situación económica de la capital, se han dilapidado ya 110 millones de euros, y si el equipo de Gobierno hace caso a sus propios expertos, nunca se recuperarán: según un demoledor informe sin firmar elaborado por técnicos municipales, urge “reflexionar sobre el destino final de la parcela”. En otras palabras, hay que hacer otra cosa con el agujero que no sea el centro de marras. Escribir un comentario
Una lista VIP a costa del contribuyenteEl Club de Campo del Ayuntamiento de Madrid regalaba atenciones protocolarias a familiares de políticos, miembros de la ‘jet-set’, periodistas y hasta a Luis Bárcenas. El Club de Campo Villa de Madrid, dependiente del Ayuntamiento (PP) y cuyas instalaciones se han financiado con dinero público, tiene una lista de espera de miles de personas y varias décadas. Pese a su carácter municipal, sus 22.000 socios disfrutan a precio simbólico de unos servicios que para el resto de ciudadanos tienen un coste prohibitivo. Excepto si se posee una tarjeta VIP. Los hay que la tienen como atención protocolaria, en virtud de su cargo (concejal de Madrid, presidente del Gobierno o de la Comunidad, patrocinadores, etcétera). Pero también existe un largo listado de tarjetas VIP más dudosas. En 2011, la tenían, por ejemplo, el extesorero del PP Luis Bárcenas, el asistente de José Luis Rodríguez Zapatero, la hermana de la presidenta regional, grandes empresarios, el instructor de equitación de la infanta Elena, el hermano de Mariano Rajoy, la familia al completo del aspirante al trono de Francia y un grupo de influyentes periodistas. Así, hasta sumar 650 tarjetas, la mayoría difícilmente explicables. La diferencia entre tener o no tener pase VIP es fácil de cuantificar: una madrileña podría haber ido ayer al Club de Campo a bañarse en la piscina cubierta, mientras su acompañante sudaba en el gimnasio antes de unirse al chapuzón. Precio total: 172 euros. Si uno de ellos hubiera tenido tarjeta VIP, les habría costado 11,50. |
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