Rehabilitación: Cambio y nueva perspectiva en la EMVS
La política de vivienda municipal parece ir cambiando según va asentándose el nuevo equipo de gobierno de la ciudad. Tras años en donde se estigmatizó la construcción de viviendas y se perdió la dimensión de la misma como derecho básico de las personas, hoy avanzamos a la recuperación no ya de un servicio público, sino de un derecho que sigue negándose a gran parte de la población madrileña. La Empresa Municipal de la Vivienda (EMVS), recupera las atribuciones perdidas de promoción de vivienda como función social, pero lo más determinante es el reforzamiento de los servicios sociales y una priorización de la rehabilitación como forma de reducir las desigualdades.
Este giro en la política municipal de la vivienda enlaza con los planteamientos que desde CCOO hemos venido realizando en los últimos años, especialmente cuando la obtusa mirada del Partido Popular, criminalizó la promoción de viviendas y se lanzó a una venta de patrimonio que reducía considerablemente la capacidad de servicio público a los más desfavorecidos de Madrid, incluyendo las familias desahuciadas y aquellas que sin recursos no podían acceder fácilmente a una vivienda en el mercado.
La nueva perspectiva en la que se sitúa la EMVS ha hecho posible la aprobación de un nuevo reglamento de acceso a la vivienda, deteniéndose en la asistencia a los sectores sociales más vulnerables, como son las personas mayores, la juventud y las mujeres víctimas de la violencia machista. Este cambio también puede hacer posible el desarrollo de nuevos modelos residenciales, en donde puedan coexistir con la vivienda espacios destinados a servicios de apoyo ―sanitarios, comedores comunitarios, lavanderías, etc.
Bajo esta óptica de reforzamiento del papel social de la EMVS es como debemos entender la política de rehabilitación, que queda reforzada en el nuevo contexto de la ciudad. El deterioro de una parte importante del parque inmobiliario tiene repercusiones sobre la habitabilidad de las viviendas y afecta fundamentalmente a los sectores sociales más débiles. La economía en la construcción original permitió el acceso a la vivienda a amplios sectores de trabajadores, pero actualmente las condiciones de esa edificación chocan con sus bajos recursos. La rehabilitación tiene, pues, un sentido social que no debe ser ignorado, atendiendo como servicio público a la población con mayores dificultades para mejorar la habitabilidad de sus viviendas.
Sin duda alguna, los principales problemas de habitabilidad a los que debemos hacer frente hoy día son los relacionados con la energía. Mejorar el rendimiento energético de los edificios es favorecer que las familias puedan reducir el consumo y así poder calentar o refrigerar la vivienda con poco coste en los presupuestos familiares. Esta perspectiva de la rehabilitación permite abordar la cuestión ambiental desde una perspectiva social, pero también exige de la búsqueda de nuevas formas de producción y gestión de la energía, como centrales térmicas para áreas residenciales que reduzcan los costes, especialmente para los residentes de las viviendas. En esta línea es en la que entendemos la recuperación del proyecto del ecobarrio de Vallecas, al que se pretende mejorar con esta perspectiva social que haga más rentable la inversión pública realizada hasta el momento.
Finalmente, y no menos desdeñable, es la capacidad de la rehabilitación por transformar las formas económicas. A las ya conocidas de incrementar el empleo en el sector, debemos añadirle las posibilidades que ofrece en cuanto a la formación y especialización de los y las trabajadoras, abriéndose la posibilidad de crear talleres de empleo en los propios barrios objeto de rehabilitación, mayoritariamente asociados a precariedad laboral o desempleo.
En esta nueva perspectiva y ante estos retos, la sección sindical de CCOO en la EMVS se identifica y se propone seguir trabajando por la vivienda como derecho social básico de la ciudadanía, contribuyendo con nuestro esfuerzo e ilusión a hacer más habitable la ciudad.