La mal venta de viviendas sociales de la Empresa Municipal de la Vivienda
Acaba de comenzar la investigación del Ayuntamiento a la anterior corporación por la venta de viviendas sociales a fondos buitre, que lleva a cabo la Comisión que analizará la gestión del PP entre 2003 y 2015 con Gallardón y Botella al frente. Años de despilfarros y gestión dudosa de los recursos públicos de quienes se presentaban ante la ciudadanía como el ejemplo de la eficacia de la gestión. Años tristes también para los derechos sociales, quienes enterraron los recursos públicos, se “quedaron” sin dinero para responder a las necesidades de trabajadores y trabajadoras que perdieron sus empleos, sus salarios o sus viviendas.
Desde CCOO de la EMVS hemos venido denunciando, dentro y fuera de la empresa, la política de vivienda que el anterior gobierno municipal llevó a cabo y por la que, entre otras decisiones, vendió 1.860 viviendas (18 promociones), a fondos buitre. Una política de vivienda común a la que, también el PP, llevaba a cabo en la Comunidad de Madrid a través del IVIMA, con la venta de casi 3.000 viviendas públicas que ya está en los juzgados por malversación de fondos públicos.
Hace unas semanas supimos del informe de la Cámara de Cuentas de Madrid que descubría graves irregularidades en esas ventas de la EMVS (información privilegiada, ausencia de concurrencia y publicidad, falta de transparencia, “quebranto” millonario para las arcas municipales…), hechos que, en algunos casos, pueden revestir carácter delictivo...
Desde CCOO esperamos que los trabajos de esta Comisión de investigación conduzcan a depurar las responsabilidades que sean necesarias y que éstas deriven en la recuperación de casi 2.000 viviendas que fueron promovidas para dar cobertura al derecho a la vivienda de la ciudadanía y no al negocio privado y la especulación que se está demostrando.
Mientras tanto, muchas de las familias afectadas se han visto desposeídas de su vivienda al cambiarles las condiciones pues, cuando la EMVS vendió aquellos 18 edificios, no se aseguró que los derechos de las personas allí alojadas fueran garantizados. Si bien la venta contemplaba la obligación de la nueva propiedad de respetar los contratos existentes, se ha demostrado que ésta era una medida insuficiente, pues una vez transcurrido el plazo de vigencia del contrato, la nueva propiedad podría forzar a la firma de uno nuevo o al desalojo de la vivienda. Hecho que, lamentablemente, se ha venido produciendo desde entonces y a las que, en muchos casos, es la propia EMVS quien ha tenido que hacerse cargo del realojo.
La EMVS lleva tiempo en el ojo del huracán por las irregularidades y “políticas” llevadas a cabo por la anterior corporación, dejando a la empresa en una situación muy delicada que desde hace un año se intenta mejorar y reconvertir como la empresa pública que debiera ser. Esta situación ha traído consigo el desprestigio de trabajadores y trabajadoras de la EMVS e incluso el cuestionamiento de la existencia de la propia empresa, algo que desde CCOO entendemos que es injusto.
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