El 15 de mayo se entregaba la medalla de la Ciudad de Madrid al actual Ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
La gestión de nuestro anterior Alcalde se caracteriza por haber elevado la deuda del Ayuntamiento de Madrid hasta los 7.300 millones. Nuestra Administración es la que más deuda acumula, a distancia de Barcelona que con unos 1.100 millones ocupa el segundo lugar.
De los más de 5.000 millones invertidos por el Ayuntamiento de Gallardón tan sólo unos 900 lo han sido en infraestructuras sociales. El resto han ido a parar a la M-30, Caja Mágica, Palacio de Cibeles, Madrid Rio, etc.
La Corporación no ha dudado en incrementar los impuestos de forma drástica para subvencionar las iniciativas de Gallardón:

Los impuestos por habitante casi se han duplicado durante el periodo de gestión de Gallardón (92,6%) El IBI casi se ha cuadriplicado (259,8%). Las tasas camino de triplicarse. El próximo ejercicio 2013, con el Plan de Ajuste aprobado, entrar a un polideportivo costará un 29% más caro. Utilizar un Taller Cultural un 50%.
Nuestra Alcaldesa, Ana Botella, aparece como perfecta heredera de las políticas de Gallardón. No en vano fue copartícipe desde su asiento en la Junta de Gobierno.
La subida de impuestos se ha realizado contrariamente a lo prometido en el programa electoral. La gestión de Gallardón la pagamos la ciudadanía en forma de subida generalizada de impuestos y la plantilla municipal con recortes de empleo y de derechos.
La medalla de la Ciudad de Madrid se debería entregar para premiar la buena gestión de los asuntos públicos. Y no es el caso. Así de claro.