El valor de la unidad y de nuestras organizaciones
Cerramos la semana a la espera de que podamos acabar de confirmar la posibilidad de recuperar el Premio de Antigüedad. La cuestión se está manejando de manera que informar con exactitud es tarea imposible. Nos queda esperar a que se cumpla el compromiso de Personal de enviarnos el acta de la reunión del miércoles para conocer con precisión cuántos años atrasados van a ser abonados.
Lo que sí parece cierto, con todas las precauciones que la experiencia de los últimos años nos dicta, es que la senda de la recuperación de derechos parece haberse iniciado. Sería lo justo. El Ayuntamiento nunca debió haber suspendido nuestro Convenio. El manejo de la deuda se está haciendo de forma perjudicial para los servicios públicos y la plantilla. Nuestros gobernantes, responsables del despilfarro de los últimos diez años, deberían haber trabajado para mejorar la financiación municipal desde el reconocimiento de que Madrid no puede dedicar todos sus esfuerzos a contentar a la Banca. La crisis económica es de tal intensidad que la creación de empleo, el sostenimiento de la pequeña y mediana empresa, la mejor atención a los más perjudicados, la protección del derecho a la vivienda…, deberían ser la principal preocupación de nuestros gobernantes. La iniciativa solidaria del equipo de futbol Rayo Vallecano con la mujer desahuciada de su vivienda engrandece al Club al tiempo que arroja claridad sobre la existencia de unos poderes públicos alejados de la población que los sostiene.
Si en estos días pudiéramos hablar de recuperación de derechos sería porque la plantilla municipal se lo ha ganado. Han sido casi tres años con centenares de concentraciones de la Marea Negra municipal. Tres años en los que la Unidad Sindical ha facilitado un camino para mostrar la oposición de las trabajadoras y trabajadores municipales a los recortes, a la política renombrada de austericidio, que ni nos permite la recuperación económica, ni facilita poner en pie un proyecto común, compartido.
A lo largo de estos tres años, la batalla por la defensa del empleo ha tenido diversos episodios. El Acuerdo-Convenio 2012-2015 incorporó una cláusula de salvaguarda. Ha sido en el ámbito de las empresas municipales, que convertimos en el frente donde combatir por la protección de los puestos de trabajo de todos, el lugar donde más dificultades se han presentado. A la reprobable gestión realizada en ellas, a su utilización como piezas de la financiación irregular de la visión faraónica de Gallardón, se vino a sumar el cambio de la legislación con la Reforma Laboral, oportunidad que ha intentado emplear el Ayuntamiento para hacer recaer en la parte más débil la factura de una fiesta que, por haber sido financiada con dinero público, nunca debió de haberse producido.
El coletazo más sangrante, la existencia de 25 trabajadores y trabajadoras despedidos a pesar de haber obtenido una sentencia condenatoria del ERE efectuado, se solucionará con la readmisión. Además de ser un motivo de enorme satisfacción para CCOO haber podido participar en la lucha por reparar esta injusticia, nos felicitamos por el valor simbólico de la victoria. Con la readmisión de los 25 de MADRIDEC se acaba el sufrimiento de 25 familias, pero también se demuestra la importancia de fortalecer nuestras “viejas” herramientas, los sindicatos, que hemos vuelto a demostrar nuestra utilidad para defendernos unidos y para oponernos de manera eficaz a los abusos de los poderosos.
Actualizado (Viernes, 28 de Noviembre de 2014 13:00)