La Secretaría de la Mujer de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO Madrid, ha convocado una asamblea de trabajo de afiliadas y delegadas, en la sala 2.1 de Lope de Vega, 38-2ª plta., el día 21 de junio, a la que invita a todas y TODOS, para hablar de una democracia paritaria y de otros temas.

 
Cada cuatro años más o menos, votamos. Nos acercamos ordenadamente a unas cajas y depositamos un papelito. Lo hacemos en nuestros pueblos, en nuestra comuniadad, en nuestro estado, en nuestro sindicato… Y con eso, en muchos casos, pensamos que hemos cumplido con nuestro deber democrático. Porque nos han contado eso, que la democracia es poder votar (o no) cada cuatro años.

Y sí, es eso. La democracia moderna se refiere a las relaciones entre Estado y sociedad. Y es representativa, es decir, partiendo de que la soberanía radica en el pueblo, éste la delega en las instituciones gubernamentales, que ejercen la autoridad en nombre de quienes delegan, o sea, nosotras y nosotros, a través del sufragio universal, una vez cada 4 años.

En estos días en que una gran parte de la ciudadanía está exigiendo en las plazas "democracia real ya", estamos viviendo el perido álgido de nuestras elecciones sindicales y a la vez, hemos celebrado elecciones a ayuntamientos y comunidades autónomas. Ha participado en eso que nos han dicho (que no enseñado) que es democracia el 69% de la población.

Pero la democracia va mucho más allá de eso. Y normalmente lo desconocemos, porque no nos lo han enseñado en ningún sitio. La democracia es participación activa, es asociación y reunión, es organización y toma de decisiones, es el conjunto de derechos fundamentales, es el ejercicio de la ciudadanía. Y debe ser paritaria. La idea de democracia paritaria parte del reconocimiento del hecho de que las mujeres constituimos el 50% de la sociedad (en nuestro país, el 52%), la mitad de las inteligencias y capacidades potenciales de la humanidad y, por ello, su infrarrepresentación en los puestos de decisión constituye una pérdida para el conjunto de la sociedad.

Apliquemos este concepto a nuestro sindicato, democrático sin lugar a dudas, pero sin perder de vista que no hay democracia política legítima que excluya a la mitad de la población. La democracia, uno de nuestros valores fundamentales, requiere para su plena realización que toda la ciudadanía participe y esté representada de forma igualitaria en la toma de decisiones y en toda la vida sindical, es decir, la democracia o es paritaria o no es democracia.

Para conseguir una democracia real ya, sin duda hay que proponer un nuevo reparto de poder entre mujeres y hombres, a través de la participación activa de las mujeres, porque la infrarrepresentación persistente de las mujeres en los centros de decisión política y sindical manifiesta la existencia de una situación de discriminación estructural que padecemos nosotras, y por ende  la sociedad al completo, y pone en peligro la calidad democrática de las organizaciones en que esto sucede. Por ello la paridad se plantea como un proceso estratégico de lucha contra el monopolio masculino del poder.

Las mujeres fortalecemos la democracia. Las mujeres fortalecemos el sindicato. Sin nuestra participación activa no habrá democracia real ya. Participa.

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