Brecha de género en pensiones
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CORREGIR la brecha de remuneración entre los hombres y las mujeres es esencial, no sólo en términos de renta para las trabajadoras también para mejorar sus pensiones de jubilación.
DESDE la CES se ha realizado un estudio de la brecha de género en las pensiones entre las confederaciones. Se han identificado tres razones principales: las mujeres participan menos en el mercado laboral que los hombres; cuando están trabajando las mujeres trabajan menos horas (por ejemplo trabajando a tiempo parcial en lugar de a tiempo completo); y cuando trabajan su salario es menor. Esta situación lleva a que la diferencia en las pensiones es de un 40% a favor de los hombres.
Las respuestas de las confederaciones indican que las diferencias de pensiones entre hombres y mujeres es una cuestión de preocupación pública en muchos países europeos, aunque es menos prominente que otras cuestiones tales como el nivel de la pensión.
En 29 confederaciones se han realizado diferentes acciones destinadas a promover el diálogo. En 25 países existe algún tipo de crédito por cuidado de niños, la excepción es Letonia, aunque se contabiliza el periodo de ausencia.
En 8 estados la edad de jubilación es más alta para los hombres que para las mujeres; en los casos en que las edades de jubilación son iguales, las mujeres trabajan más tiempo debido a la interrupción de la vida profesional por los cuidados.
En cuanto al recurso a las pensiones privadas, hay confederaciones que consideran que este tipo de pensiones tiene consecuencias negativas para las mujeres, sin especificarlas. La realidad es que las mujeres no contratan este tipo de pensiones debido a sus bajos salarios.
Montserrat Mir, secretaria confederal de la CES, manifiesta que la brecha de género en las pensiones es aún más grande que la brecha de los salarios. Y subrayó que ambas están interconectadas, la diferencia de remuneración contribuye a la diferencia de pensión. Es un círculo vicioso, agravado aún más por la creciente importancia de los planes de pensiones privados.
Corregir la brecha de remuneración entre los hombres y las mujeres es esencial, no sólo en términos de renta para las trabajadoras también para mejorar sus pensiones de jubilación.
