Botella estudia privatizar la gestión de polideportivos públicos por falta de dinero
Las instalaciones deportivas de Madrid son, en muchos barrios, insuficientes. En general, están mal repartidas territorialmente, y sufren de falta de mantenimiento. Además, no se adecúan a las necesidades de jóvenes, mayores o mujeres. Pero el Ayuntamiento, que identificó hace casi un año estos problemas y ha presentado hoy un plan para hacerles frente, carece del dinero que haría falta para solventarlos. Por eso, además de externalizar el mantenimiento, encargándoselo a empresas privadas, estudia hacer lo mismo con las instalaciones que gestiona ahora de forma directa.
Además, espera poner en pie un plan de inversiones privadas de entre 150 y 200 millones hasta 2020, para construir las infraestructuras deportivas que los madrileños echan en falta. Todo ello, sin renunciar a subir los precios que cobra a los usuarios. Este año, se han elevado un 13% de media, hasta cubrir el 60% del coste real; en el caso de las escuelas de música y danza, el Ayuntamiento decidió el pasado otoño adecuar los precios para cubrir el 100% de su coste.
El delegado de Las Artes, Turismo y Deporte, Fernando Villalonga (Partido Popular), ha presentado esta mañana junto a la alcaldesa, Ana Botella, el avance del plan de fomento del deporte, que quiere consensuar con oposición, sindicatos, empresas, universidades, federaciones, etcétera. Podría estar aprobado en septiembre. “Tenemos que repensar cómo lo hacemos para poder seguir haciéndolo. Tenemos la obligación moral y política de configurar modelos de gestión asumidos a eficiencia. Hay que aprovechar la colaboración público-privada, y superar la idea de que la Administración es la única capaz de suministrar estos servicios”, ha explicado Villalonga en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno en la que se ha aprobado el plan.
“El interés de los políticos es perseguir la felicidad de los ciudadanos. Nuestra obligación es facilitar los servicios públicos en cualquier circunstancia. La crisis económica ha provocado un cambio que parece permanente, pero debemos mantener pese a ello el mismo nivel de calidad. Nuestra obligación es que las empresas inviertan también en deporte, y ya buscaremos la forma de bonificar su precio para que siga siendo razonable para los usuarios. No descarto ninguna opción para, con dinero o sin dinero, ofrecer el servicio público que los ciudadanos demandan. La clave es que sea público, bonificado y de calidad, lo demás píntemelo de verde”, ha concluido Villalonga.
La partida del presupuesto municipal destinada a Deportes cayó de 31 a 21 millones en 2013. La aportación a la candidatura olímpica suma 3,9 millones, “poco más de un euro por madrileño”, pero cuatro veces más que el millón de euros para construir instalaciones deportivas. Ese dinero irá para la pista de atletismo del polideportivo Félix Rubio, en Villaverde (500.000 euros), y para un centro en Butarque (500.000 euros) que no estará hasta 2014. Además, se destinarán 100.000 euros a un pabellón cubierto en Latina, que se terminará en 2015.
El pleno municipal instó el 28 de febrero por unanimidad la elaboración de un diagnóstico del deporte base que sirviera para desarrollar luego un plan estratégico. EL PAÍS adelantó ese diagnóstico en julio. Hoy se ha aprobado en Junta de Gobierno el avance del plan estratégico.
De los 69 centros deportivos madrileños, 13 son gestionados por empresas privadas. Además, casi una cuarta parte fueron construidos durante el franquismo, alguno en fechas tan remotas como 1944. En Moncloa-Aravaca, por ejemplo, seis de los nueve centros se levantaron entre 1951 y 1972.
En 2011 se registraron 27 millones de usos en la red municipal, que cuenta además con 96 instalaciones básicas de acceso controlado, y 394 de acceso libre. En total, 559, o lo que es lo mismo, 1,71 por cada 10.000 habitantes, una media “bastante aceptable”, según el diagnóstico. Sin embargo, su distribución territorial es muy desigual: mientras que Barajas, Hortaleza y Moncloa-Aravaca superan las tres por 10.000 habitantes, Tetuán y Centro no llegan a una. De hecho, este último distrito, con 150.000 habitantes, solo tiene la piscina de Escuelas Pías, abierta el pasado verano. Chamberí (143.000), ninguna.
Casi la mitad de centros abrena las ocho de la mañana, y la gran mayoría cierra después de las diez de la noche, algunos incluso a medianoche. “Aunque esto supone una ventaja para el ciudadano, en la actual situación de racionalización de gasto es necesario hacer un análisis detallado (…). Se está trabajando en su adecuación en función de un posible y considerable ahorro energético”. Es decir, se estudia restringir los horarios para ahorrar.
En 2011 se ofrecieron 133.000 plazas mensuales de enseñanzas deportivas, con un porcentaje de ocupación media del 77% que varió mucho sin embargo dependiendo de las actividades, edades y franjas horarias. Por ejemplo, la demanda, “óptima” del tramo infantil cayó al llegar a los 15 años “por el gusto por la independencia y la práctica menos organizada de los adolescentes”. En cambio, cada vez hay más usuarios entre los mayores, por lo que recomienda aumentar la variedad y aprovechar los horarios menos demandados. El informe denuncia también la “insuficiente” oferta para discapacitados (882 plazas para 151.000 personas).
En las competiciones deportivas se detecta el mismo problema de falta de interés de los adolescentes, por lo que se insta a incluir “modalidades más atractivas” para ellos. Pero también para las mujeres, que se descuelgan de estas actividades con la edad. “Las mujeres disponen de menos tiempo libre (una hora menos de media), lo que afecta a la práctica deportiva”. Para engancharlas, se propone aumentar la oferta y flexibilizar el uso de las instalaciones, para que puedan compartir ese tiempo con sus hijos.