El color violeta que representa la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres y contra la violencia de género ha estado omnipresente a lo largo de toda la jornada. Un año después de un 8-M unánimemente calificado de “histórico”, las banderas, pancartas, camisetas, las consignas que se han gritado en las marchas, han vuelto a teñir de color violeta las calles contra la desigualdad, la precariedad en el empleo, la discriminación salarial y la violencia que sufren las mujeres. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha manifestado su satisfacción por la alta participación de la huelga y en las manifestaciones que han teñido de violeta el país para que no haya ni un paso atrás en la lucha por la igualdad.

 Pancarta de la manifestación

Más de 200 manifestaciones han desbordado las calles del país exigiendo igualdad entre hombres y mujeres y contra la violencia machista en una jornada que, por segundo año consecutivo, será recordada por su participación multitudinaria, y también por su impacto en los centros de trabajo en respuesta a los paros convocados por CCOO y UGT, que han tenido un seguimiento similar al del año pasado, si no superior, según declaró Unai Sordo, que encabezó una nutrida columna de CCOO junto con la secretaria de Mujeres e Igualdad del sindicato, Elena Blasco, y otros miembros de la dirección confederal del sindicato y de la región de Madrid.

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