Al quedar desierto el concurso para traspasar la gestión del emblemático edificio, el Ayuntamiento tiene ahora manos libres para adjudicarlo a dedo. El Palacio es todo un caramelo: tiene eventos concertados hasta 2016. La empresa SMG, al acecho. Toda la oposición al PP en el Ayuntamiento de Madrid (PSOE, IU y UPyD) tiembla ante la idea de que el Palacio Municipal de Congresos no solo pierda su condición de edificio municipal (algo a lo que se oponen pero que ya asumen), sino que su privatización termine siendo un regalo en toda regla para la empresa adjudicataria. El primer día de noviembre Vozpópuli ya adelantó que Cibeles había decidido sin informar a nadie privatizar la gestión del Palacio, cuyos pliegos fueron publicados en la web de Madrid Espacios y Congresos. Pero debido a las imposibles exigencias económicas impuestas por el Consistorio, el concurso quedó desierto. Y es ahora cuando las sospechas de la bancada opositora empiezan a tomar forma. Porque Ana Botella tiene las manos libres tanto para reabrir un nuevo concurso mucho más ventajoso para las firmas interesadas como para adjudicarlo a dedo.

(Fuente: Vozpopuli. noviembre 2013)

Y lo segundo, el uso del dedazo, cobra todo su sentido: según diversas fuentes, la dirección de Madridec, presidida por el inefable Pablo del Amo, anda en negociaciones muy avanzadas con la firma norteamericana SMG, especializada en la organización de eventos. Que se sepa, el Ayuntamiento se ha centrado en los últimos días en tratar de arrendar el Palacio Municipal de Congresos: de ahí proceden las sospechas. Con eventos concertados hasta 2016, la empresa ganadora tiene ya asegurada una fuente de ingresos Además, la externalización de su gestión es todo un caramelo para la sociedad que se haga con él: las mismas fuentes aseguran que el inmueble tiene eventos concertados hasta 2016, con lo que la empresa ganadora ya tendría asegurada una fuente de ingresos. El Palacio es todo un clásico para celebrar grandes acontecimientos en la capital: allí fue donde el PSOE ofició su cacareada conferencia política hace un par de semanas. Partidos, sindicatos o patronales han ido pasando por él desde su construcción, en 1993. “En términos coloquiales, estamos ante un pelotazo”, denuncia el concejal socialista Gabriel Calles, muy crítico con la alocada venta de bienes municipales que ha emprendido Pablo del Amo. “La alcaldesa enajena patrimonio y lo traspasa a precio de saldo. Y como los propios inversores dan la espalda, el equipo de Gobierno se lo pone todavía más fácil”. Calles recuerda la venta del Edificio Apot que, al igual que el Palacio Municipal de Congresos, se encuentra en el barrio financiero de Campo de las Naciones. El Apot fue adquirido por Gallardón en 2005 a cambio de 55 millones, y vendido en abril por 42, con un pequeño detalle: el Ayuntamiento pagará 43 millones al comprador por alquilar el inmueble durante los próximos diez años. Botella necesita liquidez para pagar la deuda y sus intereses. SMG ya merodeó por las oficinas de Espacios y Congresos la pasada primavera, y visitó instalaciones como la Caja Mágica o el Madrid Arena. Se trata de un fondo inversor norteamericano con filiales repartidas por todo el mundo. SMG esperó al desenlace de los Juegos Olímpicos de 2020, que Madrid perdió por tercera vez consecutiva. Sin cita olímpica a la vista, SMG descartó hacerse con instalaciones deportivas, interesándose por el siempre apetecible Palacio de Congresos. “¿Nos gastamos un millón de euros en mejoras para el Palacio, y luego corremos a venderlo?”, denuncia UPyD Otro de los grandes recelos es si el Ayuntamiento se gastó tras la tragedia del Madrid Arena casi un millón de euros en mejorar la seguridad del Palacio Municipal con el objetivo inmediato de venderlo al mejor postor. Estuvo medio año cerrado y fue abierto por todo lo alto en abril. “Estamos absolutamente en contra de la operación que persigue Botella con el edificio”, dispara la edil Patricia García (UPyD). “¿Lo reparamos con dinero de todos los madrileños y luego corremos a traspasarlo?”. La oposición en el área de Las Artes (de la que depende de Madridec) está que arde por las repetidas ausencias de Pablo del Amo a la comisión. Todos los partidos han pedido varias veces al concejal delegado Pedro Corral la cabeza del consejero delegado.