El encarecimiento de La Peineta bloquea la mudanza del Atlético
Nota de redacción.Otro marrón para la nueva Corporación: Los sueños megalómanos de Ruiz-Gallardón, en su etapa de alcalde de la villa, le llevaron a querer convertir La Peineta en estadio olímpico; para ello firmó un acuerdo con el Atlético de Madrid y, cómo no, con FCC. Después de muchos desacuerdos económicos, cambios de Planes Urbanísticos y dos anulaciones del TSJM, la señora Botella deja, ahora, la pelota en el tejado de la nueva Corporación que está en contra de la enajenación de suelo público, lo que impedirá la venta de la parcela.
El traslado del Atlético de Madrid al estadio de La Peineta se enfrenta a un nuevo obstáculo político y económico. La operación, que debía salirle al club a coste cero, amenazó hace unas semanas con encarecerse en casi 40 millones de euros por un desacuerdo entre el Ayuntamiento y la Comunidad sobre las cargas urbanísticas. El club, que no está dispuesto a abonar esa cantidad, prefirió paralizar la operación a la espera de un nuevo gobierno. Pero la victoria de Ahora Madrid en las elecciones de mayo puede complicar aún más su futuro e incluso desembocar en el pago de una indemnización millonaria.
El entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), presentó el proyecto para convertir La Peineta en estadio olímpico en julio de 2004. Para asegurarse de que la instalación tuviera uso después de los Juegos, Gallardón firmó en diciembre de 2009 un convenio con el Atlético para que abandonara el Vicente Calderón y se mudara al nuevo estadio construido en una parcela municipal del distrito de San Blas. La fecha prevista para el traslado era 2012, aunque fue retrasándose al ritmo de los sucesivos fracasos olímpicos y por la crisis económica, hasta fijarse en la temporada 2017-2018.
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Actualizado (Jueves, 11 de Junio de 2015 09:16)