Haga lo que haga, CCOO siempre será un objetivo a batir por parte del entramado político y mediático de la derecha española. Si el convenio de los trabajadores y trabajadoras hubiera incorporado capítulos "no tan avanzados" seríamos, igualmente, blanco de los calumniadores.

Prensa conservadora, o muy conservadora, activistas de la red y del régimen, propagandistas de la crisis, agitadores del ajuste y servidores de las élites, arremeten estos días contra el convenio que regula las condiciones de trabajo del personal asalariado de la Comisión Ejecutiva Confederal de CCOO. Hablan de un convenio de privilegiados. El salario más bajo es de 1.500 euros; el más alto de 3.000. Ambos salarios brutos, algo, por cierto, que no aclaran los difamadores de ocasión. Nos comparan con las empleadas y empleados públicos, a los que sus amigos del Gobierno les bajan el salario y les quitan pagas extraordinarias. Es inútil que desmontemos sus burdos argumentos, porque hemos convocado huelga general y han puesto en marcha la enésima campaña antisindical, sin reparar en detalles. Pero algunas tropelías si las echaremos por tierra:

Nuestro salario bruto más alto (3.000 euros) está muy por debajo de la media de los salarios altos de convenio en sectores y empresas.

Nuestro salario bruto más bajo (1.500 euros) está por encima de la media de los salarios bajos de convenio de empresas y sectores. Es un objetivo sindical mejorar los salarios más bajos y disponer en la parte alta de salarios moderados y dignos.

Los incrementos salariales para 2013 y 2014, del 0,5% y 0,6%, siguen estrictamente la moderación salarial recomendada en el Acuerdo de Negociación Colectiva firmado por patronal y sindicatos.

La llamada tercera paga, no es una paga extraordinaria más. Es el 1% del salario, es decir, menos de 1/3 de aquella y se atiene a la masa salarial pactada

Estos datos escandalizan a la "cruzada antisindical". Hay convocada huelga general para el 14N  y deben cumplir con los que mandan: leña a los sindicatos (prefieren que no los haya), difamar al precio que sea (hay que salvar al Gobierno), y si la cosa se pone fea, fabricarán nuevos montajes antidemocráticos.

Si este convenio hubiera incorporado capítulos no tan avanzados seríamos, igualmente, blanco de los calumniadores.  Conclusión: haga lo que haga, CCOO siempre será un objetivo a batir por parte del entramado político y mediático de la derecha española. Buena parte de los conservadores españoles son creyentes sobrevenidos de la democracia.