Triunfo colectivo

La ciudadanía de Madrid ha paralizado la privatización del sistema público de salud. De forma democrática, combinando la protesta en la calle y la acción en los tribunales. Así se vive en democracia, votando y empleando todos los días para asumir directamente las riendas de nuestras vidas en sociedad, en colectividad. El derecho a la salud, contemplado en la Declaración de Derechos Humanos y en nuestra Constitución de 1978, ha sido defendido por la ciudadanía madrileña con una victoria de la que no nos cabe duda se beneficiará el conjunto de España. Es una victoria para todos, conseguida por todos. Eso es la Marea Blanca, la suma de la población organizada y sin organizar que comparte un mismo objetivo: la defensa de los servicios públicos del Estado del Bienestar. Un ejemplo de que ¡sí, se puede!, que nos debe animar a continuar movilizados defendiendo los servicios públicos del Estado del Bienestar en el ámbito que a nosotros corresponde, y con el instrumento unitario que hemos puesto en marcha: el Ayuntamiento de Madrid y la Marea Negra.

 

Ha sido un triunfo de los que no se “tragan” la propaganda de una ideología, el neoliberalismo, que escondiendo intereses particulares y de clase pretende hacernos creer que sólo hay una solución a la crisis que pasa porque los más humildes transijan con estar más desprotegidos. Una ideología egoísta e ineficaz que esconde a empresarios amigos del poder, quienes tras concederles la posibilidad de obtener beneficios metiendo mano en nuestras carteras, se ofrecen a contratar a los políticos que les han beneficiado. Por su parte, el Tribunal de Cuentas del Reino de España ha puesto de manifiesto hace unas semanas, con un informe detallado, que gestionar directamente los servicios públicos es más barato y sostenible para la ciudadanía que permitir que los exploten empresas privadas. Ante tamañas evidencias, propuestas en contra de estas realidades no podemos ya considerarlas distintas del verbo robar.