Las mujeres madrileñas cobran de media un 28% menos que los hombres por el mismo trabajo

CCOO de Madrid denuncia el desigual reparto de la masa salarial en la región a favor de los hombres, que perciben 16.656 millones de euros más que las mujeres por trabajos de igual valor. Así, según los datos del Ejercicio Tributario 2010 que publica la Agencia Tributaria, las mujeres cobraron 7.952 euros menos de media, es decir un 28% menos que los hombres.

Si se analizan las diferencias salariales por tramos de Salario Mínimo Interprofesional, en esos tramos tampoco existe una situación de equidad de género, puesto que en todos ellos hay diferencias entre los sexos, pero con una particularidad, que los tramos de menor cuantía, quienes los perciben son mayoritariamente mujeres, mientras que en los de mayor cuantía con mayoría los hombres.

A partir de 2 veces y media el SMI, son los hombres quieres predominan en ganancia media, hasta hacerse escandaloso en el tramo de entre 5 y 7 veces, donde los hombres prácticamente doblan a las mujeres.

Esto quiere decir, además, que las mujeres tienen menos salario y por tanto menos cotización para sus futuras pensiones, lo que conduce a perpetuar la diferencia de poder adquisitivo de ambos sexos, sin otra condición que la de pertenecer a uno u otro, es decir, una discriminación directa en el plano económico, que determina otras muchas cuestiones relacionadas con la calidad de vida, la independencia económica y la consideración social.

La evolución de los salarios medios anuales en Madrid, han ido evolucionando desde 2005, con un comportamiento que mantiene la brecha salarial entre mujeres y hombres, que no es la única pero que es especialmente preocupante porque se basa solamente en el componente sexo. Si bien se ha reducido desde los años 2008 y 2009 de forma significativa, aunque hay que tener en cuenta que la ganancia media de los hombres sigue disminuyendo y que las mujeres, gracias fundamentalmente a la negociación colectiva, continúan aumentando.

Es decir, que la brecha salarial sigue existiendo porque venía con unas diferencias enormes entre mujeres y hombres, pero que es posible acabar con ella puesto que avanzamos progresivamente hacia la igualdad real, aunque el comportamiento de la crisis económica y los efectos de la reforma laboral, posiblemente influyan sobre estos datos, en perjuicio de las mujeres.

Las trabajadoras madrileñas se agrupan fundamentalmente en el sector servicios, dentro de estos en los sociales, donde prácticamente doblan a los hombres y por tanto se verán muy resentidas por los efectos de la crisis económica, y si no se modifica también por la reforma laboral, puesto que estos servicios pertenecen mayoritariamente a las Administraciones Públicas, que están reduciendo o congelando la Oferta Pública de Empleo, mecanismo que permitía a las mujeres acceder al empleo en condiciones de igualdad, mérito y capacidad.

La discriminación salarial tiene edad. Mientras que en las edades comprendidas entre 18 y 25 años la diferencia es de 1.354 euros al año, en el tramo de 36 a 45 años se eleva a 8.185, pasando en el tramo de 56 a 65 años a 12.086 y llegando en las personas de más 65 años a 20.699.

Esto significa que el mercado laboral no corrige las desigualdades, al contrario, el arrastre de las diferencias continuadas durante la vida laboral, nos lleva a constatar que en los últimos años de la vida las mujeres están peor remuneradas y acusan su dedicación al cuidado, que las ha mantenido en muchas ocasiones fuera de la promoción profesional e incluso con salidas y entradas intermitentes en el mercado laboral.

El comportamiento de la diferencia salarial tuvo una evolución positiva en 2009, donde se redujo la brecha considerablemente, pero al empeorar el empleo y el salario de los hombres retrocedimos a cotas de la brecha de 2008, incluso en algunos tramos a peores resultados.

A la brecha salarial hay que añadir que las personas asalariadas, cotizantes a la Seguridad Social, suponen el 54% de hombres y el 46% de mujeres, es decir un 8% menos de mujeres, cuando la población supone el 52%, es decir, hay más mujeres que hombres en edad de trabajar y sin embargo son menos las que trabajan. La población asalariada madrileña mantiene una diferencia negativa para las mujeres de 209.304.